Bienvenid@ a mi rinconcito

31.1.05

La inocencia

La madrugada del viernes, volviendo a casa, hablábamos sobre lo que entretiene la televisión. Con toda la tele basura que hay se quitan las ganas de verla, por ello es difícil pensar que entretenga hasta el punto de ponerse delante de la televisión la mar de entretenido y aunque parezca mentira yo conozco a una persona que se queda así delante de la tele por las mañanas, sobre todo en época vacacional aunque también hay excepciones de horarios ya que tengo una foto en la que está esa persona absorta mirando la TV en programación nocturna.

Si señores, alguien que cuando convivo con esa persona y tiene que hacer tiempo o esperar para desayunar no duda en poner la tele y tras hacer el zappin dejarla en alguna cadena que ponga programación infantil. Y ahí se queda, delante de la televisión como cuando éramos pequeños que sólo nos dejaban ver de la tele esos programas que no eran basura, programas que educaban como Barrio Sésamo, El quiosco o programas que ilusionaban como esos dibujos tan absurdos de Campeones (Oliver y Benji) unos niños que les encantaba jugar al fútbol e iban a todos los sitios con el balón pegado a su pie o que cuando jugaban un partido tardaban en recorrerse el campo dos o tres capítulos, qué largo sería el campo… y cuando el balón estaba en el aire pegaban un salto que se estaban durante un largo rato suspendidos en el aire a una altura considerable del suelo que parecía que volaban y que cuando enfocaban abajo se veía a sus compañeros miniaturas. También estaban los dibujos de “Juana y Sergio” esos que sirvieron para cantar la canción de esos dibujos: “Juana y Sergio son ahora dos enamorados”… cuando se estaba por alguien aunque claro, se cambiaban los nombres por los de los susodichos e intentábamos que rimase en lo posible.

Qué tiempos aquellos, nos ponían dibujos que practicaban deportes o que no tenían violencia sino inocencia como Heidi allí tan contenta con sus cabras o Marco… “en un pueblo italiano, al pie de las montañas, vive nuestro amigo Marco, en una humilde morada….” Aunque dibujos de lucha también los había: “Los Caballeros del Zodiaco” los protagonistas luchaban por un buen fin, incluso me aventuraría a decir que se defendían del enemigo, dejaban patente su fuerza de voluntad y por supuesto ganaban. Con el tiempo se fue aumentando la violencia en los dibujos, llegaron los dibujos de Bola de Dragón que siguieron la saga con Bola de Dragón Z para dar paso a los dibujos orientales que tiene más fantasía si cabe como los de hoy en día un ejemplo es Doraemon, ese gato-robot del siglo XXII que su rasgo más característico no es otro que su bolsillo mágico, del que saca los inventos más extraordinarios. También están los archiconocidos Lunnis que me recuerdan a la bruja averías (mas bien por las apariencias porque verlos los veo entre poco y nada) o las famosas tres mellizas que mandan a la cama a los más peques junto con el buho de Danone.
Desde aquí quiero romper una lanza a favor de la fraja horaria infantil, que quiten la tele basura y que aunque pase el tiempo y cambien los dibujos la inocencia no se pierda ya que el día que se pierde la inocencia se pierde la niñez.
¡¡¡No quiero hacerme grande!!!