Un poquito de por favor

Hoy volvía de trabajar, entraba a Madrid con mi coche, por la A3 como tantos días que decido volver directamente a casa sin “perderme” por Madrid. En la radio me he cansado de escuchar que la DGT esperaban que hubiese atasco en las carreteras que llevaban al levante y sin embargo, ésta que en la época de vacaciones y puentes siempre está petada (de salida cuando yo entro) hoy estaba limpia y veía más fluidez de coches para entrar. No hago más que pensar lo equivocados que estában los de la DGT cuando de repente empieza el tráfico lento en el sentido en el que voy y al mirar a la izquierda (sentido salida) veo un accidente: un coche, SEAT Toledo blanco con el maletero abierto, el morro hecho polvo atravesado en los dos de los tres carriles que componen la salida de Madrid. Tras él un atasco de coches monumental y en el sentido de entrada tráfico lento por la curiosidad de la gente.

Pero vamos a ver

Que es un tramo en obras, que han desviado la carretera haciendo una culebrilla, que la gente no respetamos el límite de 50 km/h pues conocemos ya el camino y lo que menos te esperas es encontrarte un curioso, mejor dicho morboso mirando al accidente.

Ah y desde aquí también reivindicar que no haya tanto loco suelto y respeten los semáforos que el otro día en un cruce se saltó el semáforo uno a alta velocidad y el de delante a mi no se lo tragó de casualidad. Normal que tras intuir un coche pasar se quedase un poco asustado y le costase reaccionar.

Seamos conscientes que lo que tenemos al volante es un arma, que si te quieres matar no arrastres a nadie contigo. Que no por estar tras un volante nos cambie la forma de ser, la comprensión que pudiéramos tener cuando vamos a pie.